¿Qué hacemos?

Creamos soluciones singulares, realistas y eficaces que ayuden a nuestros clientes a resolver sus problemas y a cumplir sus objetivos.

Desarrollamos su talento, capacidades y habilidades, para construir el apoyo interno necesario, detectar los verdaderos problemas, y proporcionar recomendaciones prácticas para actuar tanto en el corto como en el medio y largo plazo.

Identificamos y abordamos las situaciones que impiden que tanto las organizaciones como las personas no consigan sus mejores resultados y en ofrecer las soluciones más adecuadas para:

DESARROLLAR MENTALIDAD DE INNOVACIÓN

Fomentar la mentalidad de innovación es fundamental en cualquier entorno, ya que impulsa la capacidad de adaptación y el progreso continuo. Promueve la exploración de nuevas ideas, enfoques y soluciones, lo que permite a individuos y organizaciones mantenerse relevantes en un mundo en constante cambio. Al adoptar una mentalidad de innovación, se desafia el statu quo, se exploran soluciones fuera de lo convencional, se alienta la creatividad, la experimentación y la disposición a asumir riesgos calculados, factores esenciales para la mejora constante y la resolución efectiva de problemas en todos los ámbitos de la vida.

POTENCIAR EL LIDERAZGO PERSONAL Y ORGANIZACIONAL

Liderazgo es absorber la incertidumbre para que los demás puedan seguir trabajando. Peter Drucker
En los actuales entornos BANI (frágiles, ansiosos, no lineales e incomprensibles), afrontar la incertidumbre pasa por tomar otros caminos, por rediseñar la organización y por adaptarse a un entorno en permanente cambio. Para ello, se hace imprescindible un liderazgo colaborativo, que aumente y mejore el autoconocimiento, las relaciones interpersonales y la capacidad de comunicar e influir, de forma constante, consistente y congruente.
Las teorías del liderazgo compartido, liderazgo colectivo, liderazgo distribuido, liderazgo participativo o los círculos de calidad abogan por la corresponsabilidad en el proceso de toma de decisiones, incluyendo mecanismos de toma de decisiones ascendente y multinivel y no sólo descendente. Y para ello es fundamental:

CONSTRUIR EQUIPOS DE ALTO RENDIMIENTO

La realidad actual deja bien claro que para lograr resultados diferentes hay que aplicar modos de trabajar diferentes, en los que los miembros de la organización se integren en equipos de alto rendimiento y se sientan parte del proyecto, elementos valiosos y capaces de aportar mucho más de lo que comúnmente se cree que pueden hacer.
Estos equipos están compuestos por miembros con una notable capacidad para trabajar en equipo, asumir responsabilidades específicas sin necesidad de una supervisión estricta, comparten un objetivo común, tienen reglas y roles claros, trabajan para eliminar obstáculos, experimentan y aprenden juntos, identifican y resuelven problemas de alta complejidad, están motivados y mantienen una buena relación. También suelen contar con líderes motivadores, con una visión clara de lo que se espera conseguir.

INCREMENTAR LA PRODUCTIVIDAD

La productividad, personal y organizacional, se basa en focalizar la atención y en aprovechar los recursos disponibles.
Esto implica muchas cosas: tener claro qué hay que hacer y cómo se quiere hacer, comprometerse con las cosas que realmente interesan y saber escoger qué actividad realizar según el momento y según las prioridades… en definitiva, a qué se dedica la atención y la energía.
Casi siempre se habla de productividad con trucos sobre cómo aprovechar mejor el tiempo, cómo gestionar las interrupciones, cómo establecer fechas límite para terminar las cosas con antelación…, y no se aborda la utilización de herramientas ya disponibles en los entornos de trabajo de la mayoría de las personas.

CREAR NUEVAS FORMAS DE COMUNICAR

Si el 85% de nuestro éxito depende de nuestras habilidades de relación y comunicación, comprender que la forma en que nos expresamos es fundamental para ser valorados en cualquier ámbito. Por tanto, es esencial adquirir las herramientas necesarias para crear y desarrollar relatos coherentes, motivadores, relevantes y bien articulados, orientados a la audiencia y, sobre todo, capaces de persuadir y, si es necesario, movilizar.

A menudo se habla de comunicación, pero resulta sorprendente que, en la mayoría de las ocasiones, se limite a la simple transmisión de información, sin considerar todos los aspectos que implica este proceso fundamental.

DESPERTAR LA IMAGINACIÓN Y LA CREATIVIDAD

Todos tenemos increíbles poderes creativos y nadie debería quitárnoslos, a menos que permitamos que lo hagan. Si la imaginación es la puerta a la realización de los sueños, en lugar de desdeñarla y/o abandonarla, hay que seguir desarrollándola durante toda la vida. ¿O acaso dejamos de soñar?
No hay ningún momento de la vida en que se esté mejor negando y no poniendo en práctica las habilidades creativas. Lo único que hay que conseguir es un equilibrio entre las necesidades y responsabilidades de la vida real y el mantenimiento de los sueños.

NEGOCIAR PARA EL ÉXITO

Cualquier actividad que se realiza en la vida, y no digamos las profesionales, incluye la capacidad de negociación como una cualidad imprescindible que hay que desarrollar. Ya que en las habilidades para negociar está la clave del éxito o del fracaso en cuestiones laborales, políticas, económicas y, por supuesto, también personales.
Las tendencias de negociación exitosas abogan por una gestión conjunta de objetivos, personas e intereses. Más aún si la negociación se produce en entornos de gran dificultad y tensión, como las negociaciones comerciales, laborales y, no lo olvidemos, personales. Además, no debemos olvidar que la capacidad de negociar y de construir una relación sana, constructiva y de largo plazo implica un conjunto de cualidades interpersonales y de comunicación que se deben usar en conjunto para lograr un resultado satisfactorio: